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Mostrando entradas de junio, 2020
Te amaré hasta que se ponga verde el semáforo y tus miedos salgan de la madriguera. El amor no es una linea recta, se deben deslizar las caderas. Nos merecemos  una ITV y que nos pongan la pegatina en el culo para satisfacción de la DGT.
Aprende de tus sueños, solo ellos te pueden hacer sentir. Echad por la borda la imaginación como una espada desnuda donde no hay pecados, únicamente historias de amor para los devotos.

María (Alfonso & Oscar Rodríguez)

Estoy Aquí (Alfonso & Oscar Rodríguez)

El sitio de mi recreo (Alfonso & Oscar Rodríguez)

La soledad alza su voz para emocionar al transeúnte. Rompe el silencio la guitarra y entre copas el amor se derrama. Luceros a lo lejos y estrellas desvalidas aderezan la noche cargada de alegrías mientras la música suena.
Contempla la ciudad, como el caminante que detiene la vista en las últimas casas de la tarde dormida. Saltamos las hogueras y echamos al fuego las sombras de San Juan. Arden las maderas corroídas y gastadas. Nos envuelve la magia y seguimos errantes.
Resalta el jardín a la salida del sol, y tú tan bella, flor trepadora, que te realzas sublime en los eternos bosques. Lirios que me arropáis, encinas del árbol sabio donde se respira plenitud, bajo su mirada florece la vida.
Me estremezco ante el presente, pensando en las penas sufridas. Somos dolor adentrándonos en las realidades. Delirios poderosos e inmensos, arrebatadores de besos, nos separan otra vez dando paso al sufrimiento, siendo tú el prisionero.
Imagen
Observa un libro y descubrirás el amor. Las hojas contienen alegría como los amantes que se encuentran. Sigue el camino y siéntete reflejado, muéstrate cuando quieran mirar, antes que los profetas hablen mantén la llama encendida.
El mundo interior es nuestra naturaleza, núcleo, no tiene fin, ya lo decía el caminante arriesgado. Cuando el sol entra en el agua su calma no se detiene. ¿Dónde están las horas que se han marchado si nos esforzamos por destacar?
Despliegan los ángeles sus alas. A un paso del infierno el paraíso llora, alma apenada, colchón de nubes puras. Más allá de la conciencia golpea Dios el suelo con su tridente enfadado y el peso de las atmósferas.
Ahora que estoy lejos remiendo los detalles, fieles compañeros del camino, el destino de la vida, brillante como tu dulce mirada, y la sombra de la miserable suerte, enredada en el tormento de la fe y la esperanza, milagroso amor.
La vida que yo veo es una roca caliza, sucia. No perdamos el tiempo, esto no es un amor perfecto, todo se acaba: enfermedades, mares de plástico, desolación... ¿Qué puede plasmar el pintor en un desierto? Que nos perdonen los muertos nuestra ausencia cuando todo desaparezca.
La vida es un cuento para morderse las uñas en soledad. Tú que te escondes detrás de una falda al atardecer, echando la vista atrás, no había nada que explicar ni perdonar, pero recuerda que la carne se oxida.
La fama  y la ruina están a un paso. Transitamos direcciones siniestras. Se congela el miedo en busca de la necesidad como un barco ingobernable, alterado por la confusión, la dureza del camino, viejo, empedrado y ruinoso donde solo sollozan los traidores que se vuelven invisibles.
Entenderás algún día la poesía si le prestas atención, y descubras que los versos no están dispuestos, están sometidos por la creación para hacerlos públicos cuando se abra el telón, siendo generosos y valientes.